Evangelio de San Lucas 4,24-30
• Jesús en la sinagoga de Nazaret. Lucas presenta este episodio como una secuencia de escenas que adelantan momentos de la misión de Jesús, como avances o tráiler de películas.
• Primera escena: el regreso de Jesús a su pueblo natal, no como lo habían visto antes sus compatriotas, sino en calidad de predicador itinerante. Jesús anduvo en el sur de país, fue bautizado por Juan en el río Jordán. Su vida de aldeano cambió.
• Segunda escena: Jesús, que iba a la sinagoga los sábados como judío devoto, lee un pasaje de Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para que dé la buena noticia a los pobres».
• Tercera escena: toda la sinagoga expectante tenía los ojos fijos en él. Jesús empieza diciendo: «Hoy se cumple este pasaje de la Escritura que acaban de escuchar» ¡Vaya sorpresa!
• Cuarta escena: Todos se admiran y aprueban su enseñanza. Pero dudan: ¿con qué sale este? ¿no es el hijo de José? Jesús capta su estado de ánimo. «Me dirán: Médico, sánate a ti mismo. Lo que hiciste en Cafarnaúm, hazlo aquí en tu tierra».
• Quinta escena: Jesús anuncia el sentido de su misión: «Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra». Les recuerda dos ejemplos: Elías y Eliseo llevaron la gracia de Dios a una viuda fenicia y a un general sirio.
• Sexta escena. Los avances anuncian del desenlace que tendrá la historia de Jesús: él será en adelante un profeta bajo acoso, amenazas y persecución. Intentan matarlo despeñándolo en un precipicio.
• Con este tráiler Lucas invita a los lectores de su Evangelio a seguir paso a paso el desarrollo de la misión de Jesús que irá adquiriendo perfiles cada vez más dramáticos.
Lectura: II Reyes 5,1-15
• El episodio de Naamán y Eliseo tiene un carácter dramático bien logrado. El general sirio Naamán padece lepra, tiene una esclava israelita que le habla de un profeta samaritano que puede sanarlo. El general lo comunica a su rey, que envía una nota diplomática al rey de Israel para que atienda al general.
• El rey de Israel se sorprende ante la petición de un rey enemigo, sospecha que se trata de una amenaza. Eliseo se entera del malentendido y pide que el general sirio vaya a verlo para mostrarle que «hay un profeta en Israel».
• Naamán llega a casa de Eliseo con toda su parafernalia de caballos y carro. Eliseo no lo atiende, sino que manda a uno de sus ayudantes a decirle: «Ve a bañarte siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia».
• El general se enfada porque no le hacen caso. Imaginaba que el profeta haría un acto de taumaturgia y obraría un milagro prodigioso. Nada. Le pide bañarse en el río Jordán como si las aguas de los ríos de su país, Abama y Farfar, no valieran más que las del Jordán.
• Sus servidores le dicen que no le han pedido hacer nada extraordinario; entonces, ¿por qué no va y se baña en el Jordán? Naamán va, se baña y queda limpio de su lepra.
• El desenlace de este simpático drama presenta la clave de interpretación. Naamán confiesa: «Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra más que el de Israel». Y quiere hacerle un regalo a Eliseo. Este no lo acepta, pero deja que Naamán lleve tierra de Israel a Siria para ofrecer de pie sobre ella sacrificios al Dios de Israel. Y la historia sigue...
• ¿Qué piensas tú de esta historia? ¿Cómo te la imaginas en tu vida? ¿Qué sentido le encuentras? ¿Te podría suceder algo, no igual, semejante en sentido simbólico?
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Reflexión: Julián Riquelme
• Contexto - Nazaret, año 30: Los nazarenos rechazan a Jesús como profeta (cf. Mc 6,1-6). - Grecia, año 80: Lucas, de origen pagano, hijo de madre judía, médico y compañero de viaje de Pablo, al redactar su Evangelio, aprecia también a las personas de las culturas helénica, romana y orientales.
• Sentido Algunos llaman a este trozo bíblico “Rechazo de Jesús en Nazaret”. En el texto se pueden señalar estos aspectos:
• Presentación (24-27). Los coterráneos de Jesús lo esperaban como un personaje que hace milagros o como un superhombre; sin embargo, Él se presenta como una persona sencilla y como un profeta: “Ningún profeta es bien recibido en su tierra”. Profeta no es un personaje que con una bola de cristal adivina el futuro, sino una persona, que, con los ojos de Dios, interpreta los acontecimientos actuales y trabaja con el Señor para que reine el Amor y la justicia en todo tiempo y lugar. Es más: El profeta, según Isaías, ama también a “los de afuera”, a quienes no son del propio grupo (cf. Is 34,1; 62,1-39). Por eso, el Nazareno agrega que, en épocas anteriores, cuando Elías y Eliseo no encontraron fe entre los suyos, fueron más allá: ofrecieron la ayuda del Dios de la Vida a los paganos, es decir, a los gentiles o extranjeros, y éstos creyeron en la Palabra de los profetas. Lección: Dios ama a mi país y todos los países del Planeta.
• Rechazo (28-29). Al oír las palabras anteriores los nazarenos rechazan a Cristo; sienten una rabia profunda hacia Él, la ira los hace ponerse de pie a todos y lo empujan fuera de la ciudad, “hasta un lugar escarpado de la colina, sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo”. Debido a su nacionalismo cerrado aquellos nazarenos quieren acabar con Él y de manera práctica se restan a ser la “vina del Señor” (Is 5,1-7). Moraleja: Quienes seguimos a Jesús no podemos ser profetas que apoyamos a los poderosos, sino que, por amor a los pobres, debemos asumir la difícil espiritualidad de lo trivial y de lo cotidiano.
• «Continuó» (30). El ofrecimiento de la vida plena, por parte de Dios, no se detiene: «Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino». Va hacia los otros, a los paganos, anunciando la Venida del Reinado del Señor. Mensaje: Dios Padre no discrimina a nadie en su misericordia; su compasión no conoce fronteras.
Cuaresma III: Martes (aquí)
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