Lecturas: Isaías 35, 4-7 / Santiago 2, 1-5 / Marcos 7, 31-37
Botón homilético – Francisco Quijano
• Jesús actúa como un «taumaturgo». Es una palabra de raíces griegas que significa: «el que hace prodigios con sus manos, gestos, palabras». Eso es lo que hacen los «curanderos»; en Chile, las «machis». Jesús hace maravillas como una machi.
• ¿Tiene esto sentido? Tiene todo el sentido del mundo. El Génesis comienza con el poema de un Dios que hace prodigios con su palabra. Sigue con el relato de un Dios que hace prodigios con figurillas de barro como un alfarero.
• Cualquier persona puede ser sanadora con solo verter agua en la cabeza de otra y decir unas palabras sagradas: «Yo te bautizo en el nombre el Padre y de Hijo y del Espíritu Santo». Puede completar el rito tocando los oídos de esa persona y decir una la palabra de Jesús «¡Effetá! ¡Ábrete!».
• Estos gestos, palabras, objetos materiales tienen sentido porque comunican el misterio de la creación y recreación de nuestra humanidad. Todo ello proviene de la bondad de Dios que se desborda en todo lo que él hace.
• La bendición de Dios, su amor y su bondad, se manifiestan particularmente en nosotros, criaturas humanas. Su amor nos envuelve, su bondad se infunde en nuestro ser, su compasión se hace cargo de nuestras dolencias.
• Escuchar a otras personas, comunicarnos con ellas, dialogar, convivir, acompañarnos, confiar en los demás, crear lazos de amistad, fidelidad y solidaridad, esa es nuestra vida más humana, más auténtica. Eso es lo que Dios ha querido para nosotros.
• Al final de este episodio, la gente admirada lo reconoce: «Este lo ha hecho todo bien, hace oír a los sordos y hablar a los mudos». Es un eco de la complacencia de Dios en sus obras: «Vio Dios lo que había hecho y era muy bueno».
• Walter Habdank: Curación del sordomundo, 1979
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Claves para la homilía – Julián Riquelme
• Contexto - Palestina, año 30: El Maestro de Nazareth tiene contactos con algunos paganos, porque, salvo en Jerusalén, los no judíos son mayoritarios en las ciudades de Palestina. Ellos adoran, por lo general, a sus propios dioses. - Roma, año 70: Los judíos continúan distinguiendo a las personas entre amigos (judíos) y enemigos (paganos) de Dios. Y los gentiles clasifican a su vez a los grupos humanos en superiores e inferiores.
• Sentido El tema del pasaje bíblico es la “Sanación de un sordomudo”. Este texto, que contiene varios símbolos, muestra, por lo menos, tres aspectos:
• El paso de Cristo por un territorio pagano (Mc 7,31). El Señor sale de Tiro, pasa por Sidón hacia el lago de Galilea, atravesando la Decápolis. La presencia de Jesús en tierras no judías convoca a la responsabilidad personal frente a los pueblos paganos, que sufren la exclusión y la incomunicación, al privarlos de oír la Palabra de Dios. El Mesías hace presente el Reino de Dios con sus obras en todos los lugares a donde va.
• El encuentro del Nazareno con el sordomudo (7,32-35). Para los judíos, una enfermedad era signo de que, en esa persona, las fuerzas del mal prevalecían sobre las del bien; es decir, que Dios la había abandonado. Presentan un enfermo a Cristo, y le piden que lo sane, mediante un gesto judío. Sin embargo, el Señor no le impone las manos, porque sordomudo es pagano; además, se adapta a su modo de comunicación: lo aparta de la gente para que no se avergüence; palpa sus oídos con los dedos, para que no se sienta excluido; toca la lengua del enfermo con su dedo untado en saliva para invitarlo a comunicarse. La mirada al cielo es signo de oración de Jesús a Dios Padre; el suspiro simboliza el malestar de Cristo, porque los judíos, con su doctrina de lo puro e impuro, impiden que los paganos acepten el Reinado de Dios. Después expresa su voluntad: “Efatá”, que significa “Ábrete”; probablemente para decirle: “No te sientas excluido y comunícate, porque tienes la misma dignidad de los demás”. El Mesías respeta la libertad del sordomudo, y espera que quiera personalmente ser sanado.
• La secuencia tras la sanación (Mc 7,36-37). El Nazareno ordena silenciar el milagro. Recordemos que los taumaturgos trataban de hacer sus sanaciones con la máxima ostentación posible. Jesús manifiesta que su objetivo es el servicio al necesitado. Los débiles son siempre quienes necesitan ayuda, sean judíos o paganos. Por su parte, la gente manifiesta su sorpresa, reconociendo la llegada del Reinado de Dios. Los sencillos consideran a Jesús como el Salvador definitivo y universal, por eso exclaman: “Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos, y hablar a los mudos”.
• Jerome Nadal (1507-1580): Jesús sana a un sordomudo.
Semana XXIII - Lunes (aquí)
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