EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 31º durante el año


Lecturas: Sabiduría 11,22-26.12,1-2 / II Tesalonicenses 1,11-12.2,1-2 / Lucas 19,1-10

Botón homilético: Francisco Quijano

• El encuentro de Jesús y Zaqueo tiene varios aspectos: dos miradas, dos propósitos, dos alegrías entre murmuraciones, y un desenlace feliz. Conviene comparar este encuentro con el que Jesús tuvo con Herodes.

• Zaqueo quiere ver a Jesús que pasa rodeado por la gente, no alcanza a verlo por su baja estatura, se trepa a un árbol, ¿lo mueve una simple curiosidad? ¿habrá oído hablar de él? ¿le habrá llamado la atención, le atrae tal vez?

• En contraste, Lucas cuenta en otro episodio que Herodes quería ver a Jesús, porque había oído muchas cosas acerca de él y esperaba verle hacer una señal, ¿qué interés le movía? ¿era una mera curiosidad?

• Jesús ve a distancia a Zaqueo, lo llama por su nombre, él mismo se invita a comer y a hospedarse en su casa, irrumpe con audacia en su vida, ¿por qué actúa así Jesús? ¿por qué se fija en él? ¿qué espera de él?

• La gente se sorprende, se escandaliza de que Jesús trate con simpatía a un jefe de recaudadores de impuestos, tal vez abusivo, desde luego con mala fama como todos ellos, además rico por si faltaba algo.

• Cuando Herodes se encuentra con Jesús prisionero, le pregunta muchas cosas. Jesús no le responde. Los sacerdotes y los escribas lo acusan, Herodes se burla de él, lo ridiculiza poniéndole un manto espléndido como un distinguido personaje.

• Ambos, Zaqueo y Herodes, querían ver a Jesús, intrigados por su persona y sus acciones. ¿Por qué el contraste de estas dos escenas? ¿Por qué los desenlaces son tan distintos?

• La mirada, la simpatía, la audacia de Jesús conmueven a Zaqueo: se siente feliz por acogerlo, derrocha esa felicidad restituyendo a quienes había defraudado y repartiendo sus bienes a los pobres.

• Herodes, en cambio, reacciona con desprecio ante un preso que defrauda sus expectativas, se suma a quienes los acusan y hace escarnio de él.

• Jesús declara el sentido de su encuentro feliz con Zaqueo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo perdido». A Herodes no le habla, pero la escena revela el significado del silencio de Jesús: su tristeza ante un hombre poderoso, cruel y frívolo, y su reserva ante su desgracia que ofrece en prenda por quien se burla de él.

• Estos dos episodios indican cómo se puede salvar lo perdido, ya sea en la propia vida, en la familia, en la sociedad, en todo un país, en el mundo entero: el encuentro real con Jesús es salvación de lo perdido. Este episodio revela la dicha encerrada en esta bienaventuranza: «Felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados».

 

Lecturas: Sabiduría y II Tesalonicenses

• El sabio judío de la diáspora que escribió en Alejandría sus reflexiones 50 o 60 años antes de Jesús toca el fundamento del perdón de Dios a quienquiera se lo pida: «Tú te compadeces de todos... a todos das ocasión de arrepentirse, porque tú amas todo cuanto existe y no aborreces nada de lo que has creado».

• El amor de Dios, cuyo primer signo es la existencia de todo lo que existe, es el origen, el fundamento y el fin de la reconciliación de la humanidad con Dios y del triunfo de la bondad sobre el mal y el pecado.

• San Pablo, en esta carta que es el segundo escrito del Nuevo Testamento, alerta a lo tesalonicenses de que no se engañen con una supuesta manifestación en gloria de Jesús resucitado. Antes bien, que atiendan a la acción de la gracia de Dios en ellos para confirmarlos en sus buenos propósitos y acciones.

 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Jesús manifiesta de manera muy concreta su actitud para con los “pecadores” (publicanos), para invitarlos al cambio. - Grecia, año 80: Los ricos, que se convierten, pueden mantener su situación social y su trabajo, pero han de “compartir” con amor lo que tienen con los pobres.

• Sentido El Evangelio narra el "Encuentro del publicano Zaqueo con Jesús". En el episodio se pueden distinguir los siguientes aspectos:

• El deseo de conocer a Cristo (19,1-4). Zaqueo es un rico insatisfecho, en búsqueda y con cierta apertura a las aspiraciones de la gente. Sabe algo de la persona del Nazareno y de su mensaje sobre el Reinado de Dios. Su deseo de conocer al Maestro posee una dosis de fuerza, que le lleva a vencer los temores al ridículo, al sarcasmo y al desprecio de los fariseos y de la gente: Corre y se sube a un árbol para ver al Señor cuando pase junto con la multitud. Lección: Actualmente, muchas personas, que han oído hablar de Jesús, se sienten atraídos y quisieran conocerlo mejor; sin embargo, nosotros los cristianos les manifestamos los aspectos divinos de Cristo, y no sabemos mostrarles los aspectos humanos del Señor, como su humildad y sencillez, su apertura a quien viene con buena voluntad, aunque piense distinto o esté equivocado, su respeto por la persona por encima de la doctrina, la costumbre o la ley.

• El cambio del publicano (19,5-8). Lo llama por su nombre, y Zaqueo se encuentra con Jesús. El Nazareno muestra confianza, al auto invitarse a hospedarse en el hogar de este publicano. La gente, movida por la mentalidad puritana de los fariseos, murmura contra el Mesías. Se da un diálogo entre ambos, que el Evangelista intencionalmente lo cubre de silencio, para que nosotros descubramos su mensaje. El recaudador de impuestos cambia radicalmente: Zaqueo crece en humanización, y lo manifiesta en el compromiso de una relación más humana con quienes había sido más inhumano. De ahora en adelante va a respetar la vida de los pobres, y a restablecer con creces el tejido social, que él ha dañado. El poder del amor vence al ídolo del dinero. Moraleja: A veces nosotros los cristianos, por errores no queridos --- defendiendo formulaciones de doctrinas, leyes, costumbres, o aspectos culturales y no de la fe ---, hemos impedido o estamos impidiendo que personas de buena voluntad se encuentren con Jesús.

• El comentario de Nazareno (19,9-10). La salvación, esto es, el Amor de Dios por todos y cada uno, llega a casa de Zaqueo, porque él y su familia se reencuentran con la vocación del Pueblo de Dios, que es responsabilizarse de toda la humanidad; y porque Jesús viene a mostrar que, en el fondo de cada persona, anidan el amor, la justicia y la misericordia de Dios Padre, en dimensiones insospechadas. Zaqueo solo buscaba ver a Jesús y se encuentra con la salvación, es decir, con el Amor de Dios. Mensaje: A veces también nosotros seguimos empeñados en asegurar una salvación para el más allá, olvidando a los oprimidos del más acá.

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