Evangelio de San Juan 12,1-11
• Tres personajes mudos: elocuentes en su mudez, estos personajes intervienen en la Pasión del Señor. Lunes Santo: El Perfume. Martes Santo: La Noche. Miércoles Santo: Treinta Monedas. En sus últimos días, Jesús queda envuelto en la ternura y el misterio, y en las traiciones, de estos personajes.
• El Perfume. «Perfume de mujer» es el título de la comedia en la que un oficial del ejército, viejo, amargado y ciego (representado por Al Pacino) baila un magnífico tango con una mujer joven, presentida al azar por su perfume en un restaurante (representada por Gabrielle Anwar). No la hermosura ni la vista, un aroma y una sensación fue lo que despertó una ternura, quizá sofocada, en un viejo cascarrabias.
• A propósito del episodio en casa de Marta, María y Lázaro, narrado por Juan, en el cual el perfume tiene un papel relevante, los otros tres Evangelistas también lo consignan y destacan el papel del perfume. Es el perfume de una mujer cuyo aroma llega hasta nuestros días.
• San Juan: «María tomó una libra de perfume de nardo puro, muy costoso, ungió con él los pies a Jesús y los enjugó con sus cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume» (12,3). Este aroma lo impregna todo, es envolvente, seductor. ¿Qué aroma es este?
• San Marcos: «Estando Jesús en Betania, recostado a la mesa en casa de Simón el Lepro-so, llegó una mujer con un frasco de alabastro de perfume de nardo puro, de gran precio, quebró el frasco y lo derramó sobre su cabeza» (14, 3). Lucas, por cierto, relata un episodio en casa de un fariseo de nombre Simón, parecido a este de Marcos. Como quiera que sea, esa mujer derrama un frasco entero de perfume en la cabeza de Jesús. El aroma invade la ca-sa, lo envuelve todo. ¿Qué fragancia es esta?
• San Mateo: «Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el Leproso, se le acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume carísimo y se lo derramó en la cabeza mientras estaba recostado a la mesa» (26, 7). Esta narración es casi igual a la de Marcos. La mujer derrama todo el frasco en la cabeza de Jesús. El aroma, por supuesto, se difunde por toda la casa. ¿Qué perfume es este?
• San Lucas: Valdría asociar a esta sinopsis la narración más extensa y detallada de Lucas de un episodio semejante en otro momento de la vida pública de Jesús: la comida en casa de Simón el Fariseo. En esta narración, la mujer que se acerca a Jesús le expresa su ternura con gestos desbordantes de cariño: derrama el perfume sobre sus pies, se deshace en lágrimas, los besa y los enjuga con sus cabellos. Jesús aprovecha lo sucedido para contar una parábola que descifra el sentido de los gestos efusivos de la mujer (Lc 7,36-50).
• ¿Qué aroma es este? Según Marcos y Mateo, Jesús dice de esta mujer (Mc 14, 9; Mt 26, 13): «Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se proclame el Evangelio, se hablará también de lo que ella ha hecho para memoria suya».
• En la tradición del pensamiento teológico, hay una expresión que alude a la fe, pero no la fe como confesión de los misterios a los cuales se refiere, sino como un sentido o una sensibilidad peculiar para acoger de mente y corazón esos misterios, sintonizar con ellos y dejarse guiar por ellos. Se le llama «sensus fidei», «sensus fidelium», «sentido de la fe» o, si cabe decirlo así, «fidelidad de los fieles». Este es el perfume de la fe.
• ¿En quiénes encontramos esta sensibilidad peculiar, apertura de mente y corazón, para Dios y sus misterios? Si queremos verlo en la historia misma: es la mujer que respondió al enviado de Dios: «Yo soy la esclava del Señor, que se cumpla en mí tu palabra».
• En la estela del perfume de la fe de María, innumerables mujeres –varones también– en el silencio del corazón han escuchado y acogido en su vida la Palabra de Dios, como María la acogió también en su seno. Es la fragancia de la fe.
• De estas innumerables personas que han abierto su corazón a la fe, dirá san Pablo que son para Dios y los demás «la fragancia de Cristo» (II Cor 2,14-15). La fe confesada, la cultura imbuida en los misterios cristianos, tiene su fundamento en la fragancia de la fe que se penetra en los corazones humanos.
Lectura: Primer Cántico del Siervo de Yahveh
• Los cuatro Cánticos del Siervo de Dios del Segundo Isaías se leen en Semana Santa: lunes, martes, miércoles y viernes. Su intensidad lírica y dramática es notable, la hondura de la experiencia de fe que proclaman es notabilísima. Su autor, anónimo, expresa en ellos una confianza en Dios a toda prueba, que prefigura la de Jesús en su pasión.
• El momento histórico es el destierro de los judíos en Babilonia a mediados del siglo VI aC, cuando comenzaba el ascenso de Ciro, rey de Persia, que venció a los medos (550 aC), conquistaría Babilonia (539 aC) y permitiría la repatriación de los judíos (538 aC).
• Este es el periodo más crítico del pueblo israelita que vivió una crisis política, pero sobre todo una crisis de fe: se había acabado su historia y su futuro. Es el momento de renacer a la fe en el Único Dios y retornar a su tierra para comenzar una nueva etapa.
• El Cántico Primero manifiesta la vocación del profeta. Se escucha una voz que dice: «Miren, a mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, a quien prefiero; sobre él he puesto mi Espíritu». Estas palabras habrán de resonar en el Bautismo de Jesús que lleva a culminación lo prefigurado en este profeta anónimo seis siglos antes.
• El profeta es llamado a cumplir una misión de convencimiento por su testimonio, sus actitudes, su palabra. Su misión manifiesta la fidelidad a Dios, esa es su fuerza, no el poder sobre los demás.
• El personaje principal del relato es Dios, Creador y Señor de la historia. Esta confesión de fe es peculiar del Segundo Isaías, es la renovación de la fe del pueblo que había vivido en medio de otro pueblo que tenía sus dioses.
• Dios vuelve a presentar a su siervo: yo te llamé, te tomé, te formé, Dios que se ocupa personalmente de su siervo, así lo hace con cada uno de nosotros. La misión de su siervo es ser alianza, crear comunión, ser luz de las naciones; es una misión universal. Una explicación más completa (pdf aquí).
• • •
Reflexión: Julián Riquelme
• Contexto - Palestina, año 30: No se sabe si el cuerpo de Jesús recibió las honras fúnebres de su pueblo, pues murió crucificado y horas antes de comenzar la Pascua de los judíos. - Jerusalén año 100: La comunidad cristiana celebra la vida que Jesús le ha comunicado.
• Sentido El tema del Evangelio es la “Unción en Betania”. El texto se puede dividir en tres partes:
• Unción (12,1-3). El texto es post pascual que contiene muchos símbolos. En Betania se reúnen los amigos de Jesús: son una comunidad cristiana. Ellos preparan una cena, que puede ser también una eucaristía. Cada uno participa según el modo como puede expresar la acción de gracias al Mesías por el amor que les brinda: Marta manifiesta su homenaje a través del servicio al Maestro y a su familia; Lázaro es comensal, pues ahora es un ser comunicado con todos, ya que han quitado la piedra que lo separaba de los vivos y han desatado sus vendas (Jn 11,39-44); María muestra su amor al ungir con perfume de nardo puro, de mucho precio, los pies al Señor y al secárselos con sus cabellos (cf. Cant 1,12; 7,6). Lección: El Espíritu Santo es quien une a todos los comensales con el Resucitado.
• Reacciones (12,4-8). a) Judas Iscariote: Protesta porque sigue apegado a las categorías del dinero, y posterga el amor a Jesús. Habla como si pudiese amar a los de fuera sin amar a los de dentro de la comunidad (11,4-5). b) Evangelista: Comenta lo que ve en un discípulo: Judas pone como escudo a los pobres para sacar adelante sus intereses. Es un mentiroso y ladrón acaparador, que acaba en homicida (11,6). c) Jesús: La respuesta de Cristo defiende a la mujer, porque ella adhiere ya desde el ahora al Señor, que se entrega por amor: Él es el dador de la vida. A los pobres se los considera dentro del grupo cristiano, bien porque pertenecen a la comunidad o bien porque se les acoge en ella. A través de su muerte Jesús va a vincularse con todos los pobres (11,7-8). Moraleja: El único modo de llegar a los pobres es identificarse con Jesús, que da la vida dándose Él.
• Conspiración (12,9-11). El relato termina con el complot de los sumos sacerdotes del templo para asesinar a Jesús y eliminar la creencia de que el difunto Lázaro sigue comunicado con todos al ser amigo del Nazareno. Mensaje: El contacto con la comunidad cristiana lleva a la fe en Jesús.
Martes Santo (aquí)
en-RED-ados
Comentarios, opiniones, dudas acerca de este portal de espiritualidad y de otros temas…
NUESTRA BIBLIOTECA
Documentos en formato pdf para descargar: