Lecturas: Génesis 3, 9-15 / II Cor 4,13-5,1 / Marcos 3, 20-35

Botón homilético: Francisco Quijano

• ¿Quién es Jesús? Tres posturas en el evangelio: su familia de Nazaret lo daba por un arrebatado. Los letrados de Jerusalén piensan que está poseído por Satanás. Su madre y sus hermanos quieren regresarlo a casa.

• ¿Por qué estas posturas adversas y dispares? Uno. Jesús se presentaba como un profeta rodeado de multitudes, su gente no esperaba que un artesano del pueblo anduviera en esos empeños, lo daban por chiflado…

• Dos. Desde un principio los letrados sospechaban de Jesús, pensaban que socavaría las tradiciones religiosas, se preguntaban si no tendría propósitos malvados, comenzaban a levantarle falsos de que era instrumento de Satanás…

• Tres. Su madre y sus más cercanos estaban sorprendidos, no se imaginaban que Jesús fuera a hacer y decir cosas que solo los grandes profetas se atreverían a realizar, esperaban quizá que regresara a casa…

• Estas formas distintas de ver a Jesús y de tratar de comprenderlo son una enseñanza para nuestros días. ¿Quién digo yo que es Jesús? ¿Cómo recibo sus enseñanzas? ¿Qué valor doy a sus acciones? ¿Cómo me relaciono con él?

• Al encontrarte con Jesús, la pregunta se revierte sobre ti. Ante él, ¿quién soy yo? ¿Qué quiero de mí? El Espíritu Santo nos ayuda a responderla. No debemos cerrarnos a su inspiración.

• La identidad más profunda de Jesús se irá revelando poco a poco en su vida mortal, llegará a revelarse en plenitud con su resurrección. Tomás confiesa ante él sin llegar a tocarle las llagas: «¡Señor mío y Dios mío!» (Jn 20,28)

• Tu identidad definitiva, la mía, la nuestra, la de todos, no se revelará hasta que lo veamos a él tal cual es: «Ya somos hijos e hijas de Dios, pero no se ha manifestado aun lo que seremos… cuando aparezca, seremos semejantes a él y lo veremos tal cual es» (I Jn 3,2).

Lecturas: Génesis y II Corintios

• «¿Dónde estás?» Pregunta Dios al hombre y su mujer, escondidos después de pecar. No te quedes en lo mítico o lo folclórico del relato. Escucha en tu conciencia la pregunta: «¿Dónde estás?»

• Esa pregunta da entrada a una serie de preguntas: ¿Por qué estás ahí? ¿Qué has hecho? ¿Te escondes o estás en plena luz? ¿A dónde quieres ir? ¿Qué buscas en la vida?

• Estas preguntas y otras semejantes, si acaso te escondes, irán sacándote a plena luz. Una forma de examinar tu vida, tu camino en la vida es dejar que esas preguntas te asalten. No les cierres tu conciencia.

• San Pablo habla también del camino de la vida con otras palabras: nuestra persona exterior se va desmoronando, nuestra persona interior renovando; nuestra morada terrena se va destruyendo, nuestra morada eterna está en los cielos.

• Marc Chagall (1887-1985): Adán y Eva

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Lo que hace Jesús por el bien de la gente es mal visto por los líderes religiosos de entonces. - Roma, año 70: Las autoridades del Imperio Romano no comprenden a los cristianos y los persiguen.

• Sentido El relato trata de las “Respuestas ante Jesús”. Aparecen tres subtemas:

• Su familia no lo comprende inicialmente (3,20-21). Jesús y sus discípulos “no pueden” ni siquiera comer su pan, por atender a las necesidades de la gente. En aquella cultura, el estar “loco” o “exaltado” conlleva el estar de alguna manera en poder del demonio. Por eso, los parientes del Nazareno no comprenden su práctica, que, además los deja mal parados a ellos. Enseñanza: Es una llamada de atención al lector: la incomprensión puede amenazar a quienes siguen más de cerca a Cristo. Esta es también una advertencia a las pretensiones iluministas de algunos cristianos, que creen vivir una situación de exaltación y privilegio.

• Los escribas lo persiguen (3,22-30). Son sus opositores, que han bajado de Jerusalén. Quieren desautorizar la práctica de Jesús: Hacen un falso análisis por el cual satanizan a Cristo, pretendiendo explicar por el poder de Satanás por qué el Nazareno “puede hacer” lo que hace. Moraleja: La respuesta del Señor muestra la inconsistencia de su acusación (vv. 23-26). Da la verdadera explicación de lo que sucede: el “hombre fuerte” (cf. 1,7) ha llegado, y les advierte sobre las consecuencias de una posición, que califica como pecado imperdonable el cerrarse a la evidencia de la presencia del Reinado de Dios.

• Su madre y sus hermanos (3,31-35). Su familia intenta que no siga adelante en su actuar por el Reino, y llegan a donde está con la gente, pero se quedan fuera del círculo de Jesús. Mensaje: Cristo declara que su familia son quienes cumplen el proyecto de Dios.

• Ilustración de la Colección Jesus Mafa del Norte de Camerún

Semana X: Lunes (aquí)