EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 12º durante el año


Botón homilético                                                                                  Francisco Quijano OP

 

Domingo 12º durante el año (21.6.2015): Marcos 4,35-41

● Un episodio impresionante: la barca azotada por las olas, los discípulos
atemorizados, Jesús duerme como si nada: ¡Maestro, nos ahogamos!

● En vida de Jesús el episodio representaba lo que les estaba sucediendo:
aceptación y asombro de mucha gente, hostilidad y acoso de muchos otros.

● Entre los primeros cristianos fue signo de las persecuciones que padecieron,
como mucha gente ahora, por diversos fanatismos ideológicos y religiosos.

● ¿No es también imagen de las sacudidas que sobrevienen en la vida?
¿Dónde está Dios? ¿Jesús está dormido? ¿Qué pasa? ¿Nos ahogamos?

● Jesús se despierta: ¡Silencio, cálmate, no tengas miedo, ten confianza!
¿Dónde lo encuentras? Tómate un tiempo de silencio a solas, cálmate.

● Acuérdate de la parábola: duermas o despiertes, en la angustia y en la paz,
Dios, su amor, su amistad, siempre está allí germinando en tu vida.

 

• Ilustración del Codex Hitda (1000-1020): Evangeliario encomendado por la abadesa Hitda de Meschede en Westfalia.

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Claves para la homilía                                                           Julián Riquelme OP
 

Domingo 12º del Tiempo durante el año: Mc 4,35-41

◙ Contexto. • Palestina, año 30: Jesús pide a sus seguidores: “Crucemos a la otra orilla” (4,35), esto es, vamos a tierra de los gentiles, a poblaciones paganas. • Roma, año 70: Los cristianos saben que deben amar a sus enemigos, lo cual es desconcertante para ellos, porque están siendo perseguidos por sus enemigos,

◙ Sentido. En la narración de la “tempestad calmada” se pueden destacar, entre otros, estos aspectos:

● La tranquilidad de Cristo: El relato está lleno de simbolismos. La “tempestad” retrata el drama interior que viven los discípulos en el seguimiento. El sueño de Jesús es expresión de su soberanía y seguridad (4,38ª). Las palabras del Nazareno a la tormenta y al mar “¡Silencio! ¡Cállate!”, y la bonanza, que sigue (4,39), indican el poder del Mesías del Dios vivo. - Recordemos que el texto ha sido redactado después de la Resurrección.

● La constatación de la interioridad de los discípulos: “¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?” (4,40). Si bien están en necesidad, ellos no actúan correctamente al recurrir al Maestro: “¿No te importa que nos ahoguemos?” (4,38). Su postura es equivocada, porque sólo piensan en sí mismos, y no están dispuestos a correr los riesgos que conlleva la apertura junto con el Nazareno. Para el Señor, esta actitud es cobardía e incredulidad. - ¿Vivo al interior de una burbuja respecto a los pobres?

● La profundización en el seguimiento de Jesús: Se dicen unos a otros: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?” (4,41). Para el Evangelista San Marcos, lo más importante es que los discípulos se pregunten: “¿Quién es Éste?” (4,41). Antes intuían que el Nazareno era un profeta, ahora comienzan a adherir personalmente a Él como al Mesías. - Es bueno buscar a Cristo en el prójimo, en la oración y en el Evangelio; pero es mejor buscarlo en nuestro propio interior, porque todo lo que hay de bueno en nosotros es de Dios, y lo malo es de nosotros.


• Ilustración de un manuscrito del siglo XI: La tempestad calmada