EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 18º durante el año


Botón homilético                                                                                            Francisco Quijano OP

 

Domingo 18º durante el año (2.8.2015): Juan 6,24-35

● De la esplendidez del don y el hambre de pan al anuncio de otro alimento para la vida eterna: ese es el itinerario que comenzó con el signo de la multiplicación de los panes.

● Jesús anuncia una dimensión nueva de la vida. ¿Qué hacer? Solo una cosa: creer en el Enviado del Padre. Y, ¿quién es él? ¿Qué pruebas da de ser un alimento nuevo?

● Yo soy el pan de la vida. Jesús ha dado una prueba: el signo de la multiplicación de los panes. No dará otro más. ¿Qué hacer, entonces?

● Jesús pide hacer una prueba, no esperar de él otra, la prueba de una decisión personal: quien viene a mí no tendrá hambre, quien cree en mí no tendrá sed.

● A raíz de la multiplicación de los panes, signo de la esplendidez de Dios, san Juan presenta un itinerario para creyentes y no creyentes. Si crees, confirmarás tu fe, si te interrogas, se te abrirá un horizonte.


• Francisco Goya (1746-1828): Multiplicación de los panes - Oratorio de La Santa Cueva, Cádiz
 

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Claves para la homilía                                                                     Julián Riquelme OP
 

Domingo 18º del Tiempo durante el año: Juan 6,24-35

Contexto. Palestina, año 30: La gente busca a Jesús, porque esperan de Él la solución a su estado de indigencia. • Jerusalén, año 100: Los seguidores de Cristo quieren acercarse más a Él, porque desean trabajar generosamente por una vida nueva para sus contemporáneos.

Sentido. Esta primera parte del “Discurso sobre el pan de vida”, muestra los siguientes focos de atención:

Invitación a aceptar el Pan duradero (Jn 6,25-29). La multitud quiere la satisfacción de su hambre; no entiende la invitación a la generosidad, que hace el Señor. El “pan duradero” significa aquí la donación de sí, el amor gratuito, la persona de Cristo, su Evangelio, la presencia de su Espíritu Santo en el diario vivir. En resumen, Él les pide adherir a su persona.

Exigencia de una señal por parte de la multitud (Jn 6,30-34). La gente comprende que Jesús se declara Mesías, representante de Dios. No entiende con profundidad el signo de la multiplicación de los panes. Le piden una señal para creer en Él. Para el Nazareno, el “maná” es del pasado; Él mismo es hoy el “pan del cielo”, que da el Padre.

Jesús, dador de vida (Jn 6,35). Claramente el Maestro se identifica con el “pan”. La fidelidad a Él no deja insatisfecho. Él colma de modo insospechado el crecimiento humano. Quienes se unen a Él van sirviendo a los otros, y creando la igualdad en el amor. Adherirse a Él, es participar de modo nuevo en la misma Sabiduría de Dios (cf. Eclo 24,21).


• Joachim Patinir (h. 1480-1524): Multiplicación de los panes