EVANGELIO DOMINICAL

La Ascensión del Señor


Botón homilético                                                                                                 Francisco Quijano OP

Ascensión del Señor (13.5.2018) Efesios 1, 17-23  Marcos 16, 15-20

● Jesús de Nazaret, ungido con Espíritu Santo y poder, pasó haciendo el bien… Este es el testimonio que dieron Pedro y mucha gente acerca de Jesús.

● Haciendo el bien: se acercaba a gente afectada por distintos males; acogía en su amistad a pecadores y mujeres de mala vida; enseñaba con sabiduría los caminos de Dios…

● Consumió su vida haciendo presente a su Padre en medio de la gente; comunicó de modo sobreabundante la vida de Dios, su amor; acabó entregando su vida por amistad con todos…

● Este testimonio de lo que hizo y enseñó lo guardaron como memoria viva las primeras comunidades y lo que pusieron por escrito los evangelistas.

● Es lo que se proclama todos los días, especialmente los domingos, al leer públicamente los relatos evangélicos; la memoria viva de las primeras comunidades que perdura en el tiempo.

● Pero, ¿es eso solamente? ¿Solo memoria viva? ¿Recuerdos imborrables? ¿Qué fue de esa vida de Jesús tan enriquecedora? ¿Se perdió todo con su muerte?

● La resurrección de Jesús es garantía de que su vida no se ha perdido, pero es inútil imaginar un lugar en alguna parte donde perdura: ha sido transformada, divinizada.

● Jesús está en una dimensión inalcanzable para nuestras facultades y aspiraciones limitadas. Es la paradoja que expresada en un prefacio pascual: «inmolado ya no muere más, muerto vive para siempre».

● ¿Muerto vive para siempre? San Pablo lo dice en una súplica (lectura de hoy): Dios, Padre de la gloria, «todo lo ha sometido todo bajo sus pies…».

● Y nosotros hemos sido llamados a participar de esa «espléndida riqueza de la herencia que se nos ha prometido».

⦁ Ascensión de Cristo – Retablo de la Catedral de Zaragoza, 1467

 

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Claves para la homilía                                                                          Julián Riquelme OP
 

● Contexto. - Palestina, año 30: La experiencia de la resurrección de Jesús provoca un gran impacto en los cristianos de la primera hora. - Roma, año 70: Los discípulos están convencidos de que Jesús está vivo, y son perseguidos por el Emperador por comunicar esa vivencia.

Sentido. Al final del Evangelio de Marcos, se pueden distinguir, entre otros, estos temas:

El envío universal (16,15-16). La finalidad del anuncio del Evangelio a toda la creación, busca que la gente adhiera a la persona de Jesús, se bauticen y se salven. La amenaza a los “incrédulos”, puede referirse a la pérdida del sentido de la vida, al no crecimiento personal o a la obstinación culpable en contra del amor al prójimo.

Los signos salvadores (16,17-18). Al percibir tan nítidamente el amor de Dios, los seguidores del Nazareno usan a veces un lenguaje simbólico, vecino a la exageración Su mensaje es: La aceptación de la Buena Nueva permite que aparezcan más signos de vida en la tierra, como la reorientación de las mentalidades deshumanizantes, la generosidad en el amor, la valentía frente a los peligros, el crecimiento de la confianza, y la práctica de la solidaridad (Cf. Mc 16,17-18; Hch 5,15; 19,11-12; 28,4-5).

La Ascensión (16,19-20). El mensaje de la Ascensión de Cristo, afirma que Dios Padre lo hace Señor de la Historia, esto es, que "lo exalta gloriosamente a su diestra. Lo colma de la fuerza vivificante de su Espíritu. Lo establece como Cabeza de su Cuerpo, que es la Iglesia, y lo constituye Señor del mundo" (Documento de Puebla 195). A la vez Jesús está cerca y colabora con los suyos.
 

• Pietro Perugino (1448-1523): La Asecensión del Señor, 1505