EVANGELIO DOMINICAL

Bautismo del Señor


Lecturas: Isaías 42,1-4.6-7 / Salmo 28,1-4.9-10 / Hechos 10,34-38 / Mateo 3,13-17

Botón homilético – Francisco Quijano

Jesús fue discípulo de Juan Bautista, fue bautizado por él antes de emprender su misión de anunciar el Reinado de Dios. ¿Quién era Jesús? ¿Cómo pudo realizar su misión ante un rechazo que le costó la vida? ¿Qué nos dejó tras el fracaso de su muerte?

El episodio de su bautismo responde parcialmente a estas preguntas, la respuesta completa será su resurrección. Su bautismo, presentado en un escenario de epifanía manifestación, revelación tiene como foco las palabras: «Este es mi Hijo querido, mi predilecto».

Dios Padre envuelve a Jesús en su amor su complacencia, predilección, delicia, gozo, felicidad, alegría. Todo eso es su Espíritu de Amor que envuelve a su Hijo; su Hijo, envuelto en Espíritu de Amor, responde Abba, Padre mío querido. El Padre Ama a su Hijo, el Hijo Ama a su Padre, inspiración de Amor entrambos.

En el bautismo de Jesús tenemos un atisbo de vida divina que nos sobrepasa. Jesús, Hijo queridísimo del Padre, realizó su misión con la fuerza del Amor Espíritu. Con su muerte y resurrección, comunicó a la humanidad el Amor Espíritu de Padre e Hijo.

¿Quién es Jesús? El Hijo querido del Padre. ¿Cómo pudo realizar su misión? Porque desbordaba Amor Espíritu. ¿Qué nos dejó? Ser en Él hijas e hijos a quienes el Padre ama. Ser en Él hermanas y hermanos en amistad por el Amor Espíritu.

• Vida divina que se nos ha comunicado. Signo de este don es el bautismo. Nos corresponde vivir esta gracia.

• Consulta en este sitio: Alabar con himnos – Miren a mi siervo, mi predilecto (aquí). Nuestra deificación mediante el bautismo (aquí)

• Esteban de Rueda (1585-1626) Retablo del Baustimo de Jesús

 

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Claves para la homilía – Julián Riquelme

► Contexto - Palestina, año 30: Jesús, una persona ya madura, pero inquieta, se siente atraído por la predicación de Juan. El bautismo de Jesús por Juan fue muy importante para Él, para crecer como ser humano. - Antioquía (Siria), año 80: Para los primeros cristianos, el bautismo de Jesús deja claro que el motor de toda la trayectoria humana del Maestro fue obra del Espíritu. Además, como bautistas y cristianos están perseguidos por los romanos, necesitan unir fuerzas, ya que Dios Padre se ha manifestado en Juan y en Jesús (Mt 3,15).

► Sentido El Evangelio trata del “Bautismo del Señor". La experiencia, que tiene el Maestro, se da una vez concluido el rito del bautismo. El relato narra una auténtica conversión de Jesús, es decir, una purificación de intenciones en su caminar hacia la plenitud. Es una manifestación de Dios en Jesús por medio del Espíritu. El texto contiene los siguientes aspectos:

• La apertura de los cielos (Mt 3,16c). Es la expresión de la esperanza de todo el Antiguo Testamento: “¡Si rasgaras el cielo y descendieras!” (Is 63,16). El Bautista distinguía dos etapas bien diferenciadas en su proyecto: a) La del presente: Era su misión; estaba localizada fuera de la tierra de Israel y era preparatoria de la etapa futura; b) La del porvenir: Esta segunda etapa se esperaba en un plazo muy corto, tendría lugar ya dentro de la tierra de Israel, y estaría actuada no por Juan mismo, sino por una figura mesiánica misteriosa, que él designaba como el “más fuerte”. La apertura del cielo significa que Dios ya está interviniendo de manera definitiva en la historia a través del Mesías Jesús.- Ya estamos en los tiempos mesiánicos: siempre ha habido Amor de Dios en la interioridad humana, pero “ahora” podemos apropiarnos de ese Amor, si adherimos a la persona de Jesús.

• El descenso del Espíritu (Mt 3,16e). No es que Jesús no tenga el Espíritu de Dios, pues lo posee en plenitud desde su concepción, sino que ahora lo siente en su experiencia humana de una manera especial: está en Él como en su propio nido u hogar. La cercanía del Espíritu fortalece la interioridad de Jesús, para sentirse como uno de tantos, pero a la vez buscar la solidaridad con el prójimo.- Así se manifiesta, en Jesús, la dignidad que Dios da y quiere para cada uno y para todos los seres humanos.

• La voz de Dios Padre (Mt 3,17b). Se cita el primer cántico del Siervo de Yahvé (Is 42,1-9), donde se dibuja el único camino, que puede llevar a los seres humanos a experimentar el Reino de Dios, el Shalom definitivo, la libertad de Israel y de todos los pueblos (Cf. Is 52,13-53,12). La voz la oyó Jesús dentro de sí mismo y le dio la garantía absoluta de que Dios estaba con Él, para llevar a cabo su misión liberadora.- Dios está en todas las criaturas como la base y el fundamento de su ser, pero solo el ser humano puede tomar conciencia de esa realidad y puede vivirla. Dios actúa siempre desde lo hondo del ser y sin violentarlo en nada; por eso decimos que actúa siempre como Espíritu.

• Gregorio Fernández (1576-1636): Retablo del Bautismo de Cristo