Evangelio de San Lucas 1,26-38
• «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» Ángel, ángelos, mal’ach, es decir, mensajero en español, griego y hebreo. María recibe un mensaje con tres cláusulas que la desconciertan.
• «Alégrate»: saludo, comunicación de gozo, sentimiento de placidez. ¿De dónde viene, cómo se da este estado de ánimo?
• «Llena de gracia»: hermosura, agrado, plenitud de ser, don, favor. ¿Cómo se alcanza, cómo se disfruta?
• «El Señor está contigo»: presencia divina, donación, gratuidad. ¿Cómo llega lo gratuito a nuestras vidas?
• En cada cláusula el mensaje va cobrando intensidad. La continuación del relato revela todo su alcance.
• Es la irrupción de Dios, su Espíritu, su Hijo en nuestra humanidad, María nos representa: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra». «El Santo que va a nacer de ti será llamado Hijo de Dios».
• Al fin, el mensajero se retira dejando una estela de silencio. Ese silencio, que fue el de María toda su vida, es la matriz en la que toma forma la presencia de Dios por su Espíritu y su Palabra en nuestras vidas.
Lecturas: Isaías y Hebreos
• El oráculo de Isaías pertenece a las profecías mesiánicas, que tienen una situación histórica en tiempos del rey Ajaz por los años 730 aC. En esa situación histórica se refieren al nacimiento del hijo del rey, la joven que dará a luz es su mujer.
• En la perspectiva de la historia de la salvación, estos oráculos fueron interpretados con referencia al nacimiento de Jesús. En esta perspectiva de fe, la joven que da a luz es María, y su hijo es Jesús, que recibe el nombre de «Emmanuel», que fue el nombre del hijo de Ajaz.
• Los profetas denunciaron la perversión del culto a Dios, que se debió, por un lado, a la confianza en los holocaustos y sacrificios en desmedro de la justicia y la solidaridad con los pobres; y por otro, en la adopción de dioses falsos a los que se rendían honores.
• Esta relectura de los episodios, profecías y personajes del la Antigua Alianza es una característica de los escritos de la Nueva Alianza, los Evangelios y la Cartas. Con esta relectura, entendemos que el designio de Dios tiene una unidad que abarca toda la historia de la humanidad.
• Hoy la Carta a los Hebreos no trata de esas desviaciones, sino delata la insuficiencia y caducidad del culto a Dios que se expresa en los holocaustos y sacrificios de la antigua alianza.
• En contraste con ello, cita el Salmo 40/39,6-8, lo refiere al misterio de la Encarnación: el Hijo de Dios, en su cuerpo mortal, se ofrece voluntariamente a cumplir la voluntad de Dios y de ese modo sustituye los sacrificios de la antigua alianza, al entregarse por la salvación de la humanidad.
• Toda la Carta a los Hebreos es una apología del Cristo como sacerdote único y a la vez ofrenda única, que anula por completo el culto a Dios tal como se desarrollaba en el pueblo judío. De hecho, con la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70, los judíos no volverán a ofrecer sacrificios de animales. Toda su religión quedará concentrada en la meditación de la Torah, la Ley, las demás escrituras, y su cumplimiento.
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Reflexión: Julián Riquelme
• Contexto - Palestina, año 1: La madre de Jesús era de Galilea, lugar de los pobres y despreciados (cf. Lc 22,59). - Grecia, año 80: Jesús es más grande que el Bautista, y María es más grande que Isabel. Ella es la “madre de mi Señor” (Lc 1,43).
• Sentido El Evangelio relata el “Anuncio del nacimiento de Jesús a María, su madre", por parte del Ángel del Señor. Su género literario es uno de los "relatos de la infancia de hombres famosos". Éstos consistían en una descripción sobre la infancia y la adolescencia de un personaje, que llegó a ser célebre en su vida adulta –Moisés, Sansón, Samuel, el Bautista, Jesús–. La finalidad de estas narraciones era mostrar una síntesis o resumen de toda la vida del personaje. Los subrayados teológicos indicados por el evangelista son los siguientes:
• Historicidad mesiánica. El Angel Gabriel (hb. gabrî'ël: "hombre de Dios" o "Dios se ha mostrado fuerte", cf. Dn 8,16; 9,21-27), significa un enviado de Dios; el Ángel se dirige a una ciudad concreta, a una joven comprometida con un descendiente de David: la descendencia de David recibió la misión de hacer presente la Promesa para bien de todas las naciones (cf. 2 S 7,12-16; Sal 2,7-9; 89,4-5; 110,1s; Is 9,5-6; 55,3); y María es saludada como “llena de gracia”. Lección: Dentro de cada uno de nosotros está el Amor de Dios, que quiere comunicarse a todos los seres humanos.
• Simbología de la teofanía. A la Virgen se le pide la colaboración para que el Reinado de Dios comience a manifestarse de manera definitiva en la tierra: que acepte ser madre de Jesús, el Mesías; Él propiciará la vida, la justicia, el Amor de Dios y la solidaridad entre todos los pueblos (Lc 1,28-38ª; cf. Sal 72,5; Is 9,5-6; 11,1.10; Ez 34,23-24; Dn 7,14; Mi 4,7). Moraleja: La fuerza de Dios, que estuvo en María para que el Hijo de Dios tomara carne, humanidad, en ella (Lc 1,35; cf. Gn 1,2; Ex 13,22; 19,16; 24,16; Sal 17,8; 57,2; 140,8), habita en nosotros, para que propiciemos que la Palabra de Dios esté en nuestra historia, en nuestros ambientes, en nuestro mundo.
• Actitud de María. La joven se extraña, interroga, discierne y al final su fidelidad a la Palabra de Dios la lleva a aceptar: “Fiat” = “Hágase” (Lc 1,38). Mensaje: La partida del Ángel no solo marca el final de la teofanía, sino que a su vez invita, mediante el silencio, a desplegar la capacidad de darse, de amar y de servir a nuestros prójimos.
Pascua II: Martes (aquí)
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