PASCUA: SEMANA VI

Lunes: «El Espíritu y ustedes darán testimonio de mí»


Evangelio de San Juan 15,26-16,4

• Dos palabras de Jesús: una de advertencia, otra de aliento. Jesús advierte a sus primeros discípulos que serán excluidos de la comunidad judía. Las comunidades en las que se escribió el Evangelio de Juan habían vivido esa ruptura.

• Peor aún. Habrá una perversión de la verdad: asesinar a otros es rendir culto a Dios. Esto ha sucedido en la historia: endiosarse e imponer a otros, a costa de su vida, una idea, un proyecto de vida, una organización social.

• La religión cristiana, o cierta forma de vivirla con sus instituciones, también se impuso en tiempos oscuros en nombre de Dios. Juana, la Doncella de Orleans, fue un caso extremo, de cuyo proceso inquisitorial se conserva un acta fehaciente. Ella no es la única.

• El Papa Francisco denunció en su visita a Irak esta aberración: «Hostilidad, extremismo y violencia no nacen de un espíritu religioso; son traiciones a la religión. Y nosotros creyentes no podemos callar cuando el terrorismo abusa de la religión».

• Una de las peores corrupciones, si no es que la peor de todas, es pervertir la propia conciencia y la conciencia ajena con la mentira pertinaz, que produce creencias falsas, ya se de carácter religioso, cultural o político, las cuales pueden arraigar de manera colectiva en sociedades enteras.

• La otra palabra es de aliento y confianza: «Ustedes darán también testimonio». En esa empresa no estarán solos: «El Consolador, que yo les enviaré desde el Padre, dará testimonio de mí».

• En la misión, que no es solo anuncio de la fe en Cristo, es también defensa de la integridad del ser humano, el Espíritu de la Verdad acompaña y fortalece a los testigos, contra amenazas, persecuciones y muerte.

• De ello tenemos testimonios, como en Irak los cristianos asesinados por ISIS: el padre Ragheed Aziz Ganni, que estudió en la Universidad Santo Tomás de Aquino en Roma, y tres subdiáconos de Mosul (+ 2007); el arzobispo de Mosul, Paulos Faraj Rahho (+2008); los 48 mártires asesinados en la catedral de Nuestra Señora de la Salvación de Bagdad (+ 2010).

• El Espíritu de la Verdad, que todo lo envuelve con su luz y calidez, está presente en toda empresa humana que es fiel a la verdad, donde quiera que esta se halle, de donde quiera que venga, de lo que quiera que trate.

• Un ejemplo de ello en México es el informe sobre la forma de gestionar, con engaño y negligencia, la atención a la pandemia del covid 19. Lo sabemos por el testimonio de la Comisión Independiente de Investigación sobre la pandemia de COVID-19 en México, que coordinó el epidemiólogo Dr. Jaime Sepúlveda (aquí).

• Sobre el carácter fehaciente del informe, se dice esto: «El presente informe se realizó siguiendo las normas de investigación establecidas por el Comité de Ética en Investigación (IRB) de la Universidad de California San Francisco (UCSF), garantizando la participación voluntaria e informada de las personas, así como la confidencialidad cuando los participantes así lo decidieron».

 

Lectura. Hechos 16,11-15

• La primera cosecha apostólica de Pablo y Bernabé en Macedonia, territorio europeo, fue una mujer comerciante de púrpura, Lidia, y su familia. San Lucas ofrece una indicación interesante: Lidia adoraba al verdadero Dios. Antes, pues, de escuchar a Pablo, su corazón se hallaba dispuesto a escuchar el mensaje cristiano.

 

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Reflexión – Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Los líderes judíos no permiten que el pueblo acepte a Jesús como Mesías. Temen perder el poder sobre la gente. - Jerusalén, año 100: En medio de las dificultades, la persecución y las calumnias no estaremos solos: el Espíritu Santo, en nosotros, animará, acompañará y actualizará constantemente las actitudes y las palabras de Jesús.

• Sentido El trozo del Evangelio se refiere al “Espíritu Santo en la lucha por un mundo más justo y feliz”. El texto puede resumirse en tres palabras:

• Misión (15,26-27). La misión como testimonio del Espíritu y los discípulos. El Espíritu Santo, que es amor, fuerza y vida, le asegura a la comunidad de discípulos la veracidad del mensaje y de la actuación de Jesús. El Espíritu de la Verdad va a estar en ellos y así la voz de ellos será la del Espíritu contextualizada y actualizada. Ellos comunican la vida de Cristo “desde el principio”, es decir, no separan al Jesús terreno del Jesús Resucitado. Lección: El estar con Cristo es aceptar el proceso de Jesús con todas sus consecuencias.

• Aviso (16,1.4). Se previene la deserción de los discípulos en el porvenir. Lo que Jesús va a anunciarles es algo que se ha de esperar, aunque parezca chocante. Las instituciones religiosas a las que pertenecían se opondrán a ellos, porque van a dar testimonio de Jesús. Los deseos desordenados y las ambiciones aberrantes de esas instituciones religiosas, cerradas a la plenitud de la vida, no aceptarán el amor vivificante de los discípulos. Moraleja: Jesús no quiere que sus seguidores se vengan abajo en la persecución, sino que manifiesten, voluntariamente, en ese contexto la Amistad, el Amor y la Misericordia de Dios Padre.

• Persecución (16,2-3). Persecución de los discípulos en nombre de la religión. En efecto, la religión instalada no podrá tolerar el testimonio de los discípulos y los perseguirá sin piedad. Serán marginados por quienes se proclaman representantes de Dios e intérpretes de su voluntad, en particular por los defensores acérrimos de la Ley. Motivo: Los perseguidores adoran a un dios, que acepta como culto la muerte de un ser humano. Esta conducta homicida tiene como raíz el no reconocer a Dios Padre como la fuente de la vida y el amor incondicional a los seres humanos; tampoco reconocen al Mesías Jesús, quien es la manifestación plena del Buen Padre Dios. Mensaje: Lo más duro de la persecución religiosa es ser atacado por los propios creyentes, que piensan defender a Dios, oponiéndose a la novedad liberadora de los seres humanos, contenida en el Evangelio.

Pascua VI: Martes (aquí)