SEMANA XVII: EVANGELIOS

Jueves: «El dueño de casa saca de su tesoro cosas nueva y viejas»


Evangelio de San Mateo 13,47-53

• Así comenta el final de las parábolas Luis Alonso Schökel: «Con esta interesante conclusión a las parábolas, Mateo parece tranquilizar a sus cristianos y cristianas procedentes del judaísmo, haciéndoles ver que la Buena Noticia no ha venido a hacer tabla rasa de la cultura y tradición religiosa de sus antepasados, sino todo lo contrario, a infundir en ellas un nuevo e inesperado vigor».

• En Jesús la Antigua Alianza llega a su culminación. En Jesús esa Alianza es transcendida por la Nueva Alianza. Continuidad y ruptura, lo viejo y lo nuevo.

• Viejos fueron los apóstoles, todos ellos judíos. Nuevos fueron los apóstoles, todos ellos criaturas nuevas. Viejo y nuevo. Tradición e Innovación. ¿No es eso lo que está en juego en las sociedades cuando entran en crisis? ¿Cómo se resuelve esa crisis?

• Jesús interroga a sus discípulos acerca de las parábolas: «¿Han comprendido todo esto?» ¿Cómo comprender lo que está en juego en las crisis sociales, políticas y culturales?

• La palabra del sabio dice: «El dueño de casa saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas». Puede que las crisis tengan una resolución cuando se saca del tesoro de la comprensión lo nuevo y lo viejo. ¡Quien tengan entendederas, entienda!

 

Lectura: Jeremías 18,1-6

• Los oráculos proféticos se anuncian con palabras y con signos o acciones. Jeremías nuevamente pronuncia un oráculo acompañado por una acción cuyo significado devela la palabra.

• Un alfarero hace y deshace vasijas hasta que logra hacerlas bien a su gusto. La palabra devela el sentido de la acción: «Como la arcilla en la mano del alfarero, así están ustedes en mi mano».

• Siglos después, otro profeta «toma una copa, pronuncia la acción de gracias, se la da y beben de ella. Les dice: ―Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos» (Mc 14,23-24). Acción y palabra se conjugan para sellar la Alianza Nueva.

 

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Reflexión: Julián Riquelme

Contexto - Palestina, año 30: Muchas veces los discípulos y Jesús usan las redes para pescar en el Mar de Galilea. - Antioquía (Siria), año 80: Hay que ingresar a lo más hondo de nuestra interioridad, para encontrar la convocatoria divina a la felicidad, la amistad y la alegría, que invita a la humanización y a la participación en el Reinado de Dios.

• Sentido El Evangelio contiene dos resúmenes, uno más colectivo y otro más individual, en “la parábola de la red y la actitud del verdadero discípulo”. He aquí sus enseñanzas:

• Parábola de la red (Mt 13,47-51). Esta parábola tiene cierto parecido con la del trigo y la cizaña (Mt 13,24-30): La red equivale al campo; sin embargo, en estos elementos está la diferencia: el campo es más estático, la red es más dinámica, pues, al hacer un gran círculo en el agua, las orillas de la red permiten atrapar a los peces. He aquí el símbolo: Es Dios quien ha convocado a su Reinado a todos los seres humanos. Él ha echado la red y continúa convocando. Por otra parte, en el momento presente tenemos que convivir peces buenos y malos; no hay que excluir a los malhechores, sino buscar que se conviertan. Por último, ante la presencia de Jesús resucitado (Mt 1,23; 25,31-46: 28,20), cada discípulo hará la selección, pero desde su propia interioridad, para que amanezca la armonía del Reino en su vida y testimonio. Interrogantes: ¿Qué actitudes mías son de malos peces? ¿Cómo asumirlas para que mi vida anuncie el Evangelio de Cristo?

• Actitud del verdadero discípulo (Mt 13,52). Aparece una oposición entre un escriba de Israel y un verdadero discípulo de Jesús. El escriba posee una gran tradición, que le lleva a venerar todo lo antiguo. El discípulo de Jesús no depende tanto de lo antiguo, sino mucho más de “lo nuevo”, que es el Reinado de Dios y su presencia actual en la vida humana. El escriba sigue sujeto a la Ley de Moisés, mientras el discípulo de Jesús es libre, porque siente el llamado a la amistad y a la felicidad con Dios. Mensaje: Para el discípulo de Cristo, lo antiguo está subordinado a lo nuevo y todo lo del pasado debe ser reinterpretado a la luz del Reinado de Dios.

Semana XVII: Viernes (aquí)