EVANGELIO DOMINICAL

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo


Botón homilético                                                                                                  Francisco Quijano OP
 

Solemnidad de Corpus Christi (7.6.2015): Marcos 14,12-16.22-26

◙ En esta ocasión tomo para el botón homilético unas palabras de una homilía de la Fiesta de Corpus Christi de Mons. Malcolm McMahon OP, Arzobispo de Liverpool.

● Un error frecuente acerca de la Eucaristía es que la vemos como una cosa, no como una persona. Con una persona podemos establecer una relación que es de por sí dinámica, que sana y consuela, que expresa amor. Así es la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento.

● No me gusta hablar de adoración, porque puede inducir a pensar en idolatría. El Santísimo Sacramento no es una cosa que debemos adorar sino una persona a quien hemos de amar y que nos ama. Experimentar este amor creador debería transformarnos e impulsarnos a compartirlo en nuestra vida diaria.

● La procesión de Corpus Christi por lugares públicos lleva este don de la Eucaristía a personas que tal vez no conocen ni comprenden la presencia de Cristo en ella. Esto sorprende a algunos y suscita toda clase de reacciones. Habrá quienes se arrodillen acuciados por su conciencia y decidan ser mejores. Otros se alejarán ignorando el espectáculo. En ocasiones provocará reacciones violentas. Pero me imagino que la mayoría de la gente seguirá haciendo sus compras.

● Sin embargo, cuando llevamos el Santísimo Sacramento fuera de nuestras iglesias en procesión por las calles, damos a entender que Cristo es un don para toda clase de gente, no solo para quienes van a misa.
 

• Miguel Cabrera (1695-1768): Alegoría Eucarística - Museo Blaisten, Ciudad de México.

 

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Claves para la homilía                                                                          Julián Riquelme OP
 

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo: Marcos 14,12-16.22-26

◙ Contexto. - Palestina, año 30: Jesús participó con sus discípulos en una cena un día de la semana, en que murió. Por su carácter de despedida, ellos la convirtieron en una cena entrañable (cf. Mc 9,37b). - Roma, año 70: - En aquellas circunstancias de persecución, los seguidores de Cristo celebran clandestinamente la eucaristía, y en ella se comprometen a despreciar la idolatría y a promover la fraternidad entre todos, dentro y fuera de la comunidad.

◙ Sentido. El relato sobre “La Eucaristía” o “Última Cena” manifiesta, entre otros, estos aspectos:

● La comunicación del pan partido (Mc 14,22). El Señor parte el pan y aclara el gesto con sus palabras: "Esto es mi Cuerpo". El pan partido es símbolo de su persona, de su cuerpo roto por los sufrimientos, de su vida entregada a la muerte por amor a nosotros y a todas las personas.

● La entrega de la copa (Mc 14,23-24). La copa contiene la sangre de la nueva alianza. Dios Padre quiere una nueva alianza con todos los seres humanos, un Nuevo Pueblo formado por personas de todas las naciones y vinculado por el Espíritu Santo como Nueva Ley. Cristo entrega su vida, su sangre, para sellar esta nueva alianza, para formar este nuevo pueblo, y para que el Espíritu Santo se manifieste en todos los corazones.

● El anuncio del banquete futuro del Reino (Mc 14,25). Es la futura eucaristía del Reino. A esta eucaristía están convocados los discípulos y todos los seres humanos. Allí habrá vino nuevo, nueva alegría. Será una gran fiesta: la fiesta de la humanidad. Cristo llama a orientarlo todo hacia ese futuro de felicidad. Los primeros cristianos anhelaban esta futura eucaristía. Por eso, en sus asambleas aclamaban: "Ven, Señor Jesús". Para ellos todo estaba polarizado por este Banquete Nuevo, que el Señor prometió en su Última Cena.

 

• Cristóbal de Villalpando (1649-1714): Promesa de la Eucarístía - Templo de la Profesa, Ciudad de México.