EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 16º durante el año


Lecturas: Génesis 18,1-10 / Salmo 14,2-5 / Colosenses 1,24-28 / Lucas 10,38-42

Botón homilético – Meister Eckhart

Cedo el botón homilético a Meister Eckhart (1260-1328) predicador y místico dominico, con párrafos del Sermón 86, Intravit Jesus in quoddam castellumEntró Jesús en un pueblo. Ofrece una interpretación inusitada y sugerente de las dos hermanas, Marta y María. Dice así:

San Lucas escribe en el Evangelio que Nuestro Señor Jesucristo fue a un pueblo; y le recibió una mujer llamada Marta; ella tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies de Nuestro Señor para escuchar su palabra; pero Marta estaba ocupada sirviendo al amado Cristo. Tres cosas hicieron que María se sentara a los pies de Cristo. Una fue que la bondad de Dios se apoderó de su alma. Otra era un deseo indecible: ella deseaba un no sé qué y quería un no sé qué. La tercera fue el dulce consuelo y deleite que obtenía de las palabras eternas que salían de la boca de Cristo.

A Marta tres cosas la impulsaban que la hicieron ocuparse en servir al amado Cristo. Una era su madurez eminente y un espíritu bien probado hasta el fondo; por eso, le parecía que nadie mejor que ella cumpliría con su trabajo. La otra era una visión sabia de las cosas que el trabajo externo enseña a hacer a la perfección conforme ordena el amor. La tercera era la gran dignidad del amado huésped.

¿Por qué dijo Jesús dos veces: ¡Marta, Marta!? Quería dar a entender que todo lo que era temporal y eterno, y que la criatura debía poseer, Marta lo tenía plenamente. La primera vez que le dice, ¡Marta!, indicaba que ella era perfecta en los trabajos temporales. La segunda vez que le dice, ¡Marta!, indica que ella tiene todo lo que se necesita para la felicidad eterna; nada, pues, le faltaba.

Marta estaba concentrada de tal forma en lo esencial que todo lo que hacía no le estorbaba, tanto obras como empeños la conducían a la felicidad eterna.

 Pero María, sentada a los pies de Nuestro Señor para escuchar su palabra, estaba apenas aprendiendo, porque no hacía sino ir a la escuela y aprender a vivir. Luego, cuando hubo aprendido, y Cristo había ascendido ya al cielo y ella recibido el Espíritu Santo, solo entonces comenzó a servir y cruzar el mar y predicar y enseñar…

 

• O •

 

Claves para la homilía - Julián Riquelme

 Contexto - Palestina, año 30: Jesús va educando a sus discípulos y discípulas en la subida a Jerusalén. - Grecia, año 80: Se invita a unir acción y oración, dando prioridad a la escucha de la Palabra de Dios.

 Sentido El Evangelio trata de "Marta y María". En él se pueden destacar, entre otros, estos aspectos:

• Dos hermanas atienden separadamente a Jesús (Lc 10,38-39). A veces se ha subrayado más la separación de trabajos o actitudes de Marta y María, haciéndola a una figura de la vida activa y a la otra modelo de la vida contemplativa. Sin embargo, para el Evangelio las dos son "hermanas". La vida cristiana es unitaria, porque busca la armonía del Reinado de Dios en la diversidad.

• Reclamo de Marta contra María (Lc 10,40). Las expresiones de Marta están en función de las palabras de Jesús (Lc 10,41-42). Su actitud es valiosa ("servir al Señor"), pero agitada, conflictiva, excluyente, no coordinada. A veces nuestros trabajos y hasta nuestras oraciones pueden ser dispersas, tragadas por el nerviosismo y no integradas.

• Palabras de Cristo (Lc 10,41-42). Para el Señor, es mejor complementar que separar. Por ello, hay que saber escuchar quieta y sosegadamente la Palabra de Dios, y a la vez servir solícitamente a los otros. Pero en todo caso, se ha de dar prioridad a la Palabra del Maestro; así podremos hacer nuestra esta consigna de Cristo: "Felices quienes escuchan la Palabra de Dios y la practican" (Lc 11,28).

⦁ Allesandro Allori, (1535-1607): Jesús con Marta y María, 1605.