VIDAS Y AVENTURAS

Gisèle Pelicot: dignidad, entereza, valentía


Gisèle Pelicot enfrentó un juicio contra 50 varones y su exmarido, que abusaron de ella sexualmente a lo largo de 10 años, inducidos por el propio excónyuge, que estuvo drogándola con ansiolíticos, a fin de tenerla inconsciente a disposición de esos abusos brutales. El juicio pudo realizarse del 2 de septiembre al 19 de diciembre de 2024, por una investigación que llevó a cabo la policía sobre la conducta abusiva contra las mujeres de ese hombre. Además de organizar y ejecutar estas acciones brutales, él tuvo el descaro vil de registrarlas en fotografías y videos, que fueron descubiertos por la investigación en 2020, unos 20,000 archivos de voyerismo. Estos abusos comenzaron en el año 2011, cuando Gisèle rondaba los 60 años y 40 de matrimonio. Juicios como este suelen proceder a puerta cerrada, por respeto a la dignidad e intimidad de las víctimas. Gisèle quiso que se procediera públicamente a puertas abiertas. Ella misma dio razón de su decisión. El juicio se llevó a cabo en Aviñón, partida a la que corresponde el pueblo de Mazan donde vivían los Pelicot, en la Provenza. El periódico Finantial Times incluyó a Gisèle Pelicot entre las 25 mujeres más influyentes del año 2024.

Publico aquí la declaración ante la prensa de Gisèle al salir de la audiencia en la que se dictaron las sentencias contra estos abusadores el 19 de diciembre. Es una declaración de notable sobriedad, que refleja su dignidad y valentía al enfrentar el juicio. En la audiencia del 23 de octubre, Gisèle dio su propio testimonio, del cual publico unos fragmentos. [F. Q.]

 

Declaración de Gisèle Pelicot a raíz de las sentencias contra sus abusadores

Con profunda emoción me expreso hoy ante ustedes. Este juicio fue una prueba muy dura. Pienso en primer lugar en mis tres hijos: David, Carolina y Florián.

Pienso igualmente en mis nietos porque son el futuro y por ellos también acometí esta lucha, así como en mis nueras Aurora y Celina. Pienso también en todas las demás familias afectadas por esta tragedia. Finalmente, pienso en las víctimas no reconocidas cuyas historias quedan a menudo en la oscuridad. Quiero que sepan que compartimos la misma lucha.

Deseo expresar mi agradecimiento más profundo a todas las personas que me apoyaron durante esta dura prueba. Su testimonio me conmovió y de él obtuve la fuerza para regresar cada día a afrontar estas largas jornadas de audiencia. Agradezco igualmente a la asociación de apoyo a las víctimas cuyo sostén incondicional ha sido invaluable para mí. A todos los periodistas que han seguido este caso desde sus inicios, deseo expresarles mi agradecimiento por el cuidado fiel, respetuoso y digno con el que informaron diariamente sobre estas audiencias.

Finalmente, a mis abogados, que saben bien todo el agradecimiento y estima que les tengo por haberme acompañado en cada etapa de este doloroso camino. Al abrir las puertas de este juicio el 2 de septiembre pasado, quise que la sociedad pudiese comprender los debates que él se presentaron. Nunca me arrepentí de esta decisión. Confío ahora en nuestra capacidad de hacernos cargo colectivamente de un futuro en el que todos, mujeres y hombres, podamos vivir en armonía, con respeto y comprensión mutua. Gracias.

 

Testimonio de Gisèle Pelicot en la audiencia del 23 de octubre de 2024

Desearía dirigirme a monsieur Pelicot. No voy a poder mirarlo, porque la carga emocional sigue activa. Cincuenta años vividos con este señor. Por hoy, le diré Dominique. Vivimos juntos cincuenta años, yo era una mujer feliz, realizada, tuvimos tres hijos, siete nietos. Conmigo eras un hombre amable, cariñoso, nunca dudé de tu confianza. Compartimos nuestras risas, nuestras penas, nuestras vacaciones, nuestros cumpleaños, nuestras Navidades. Todo era felicidad. ¿Cómo pudo este señor hacer lo que hizo? ¿Cómo pudiste traicionarme a tal grado? ¿Cómo pudiste dejar entrar a esos individuos en nuestra recámara? Yo detestaba el intercambio de parejas. Esta traición no tiene medida. Hoy mi vida ha caído en la nada. No comprendo cómo pudo él hacer esto ni sé si llegaré algún día a comprenderlo. Voy a decirle: Yo, sí yo, traté siempre de conducirte hacia lo alto, hacia la luz. Tú, sí tú, has escogido lo más vil del alma humana.

Me fue difícil renunciar a un juicio a puerta cerrada. Cuando decidí abrirla, quise que ellas [las mujeres víctimas de violación] dijeran: Madame Pelicot lo hizo, yo también lo haré. No quiero que ellas sientan vergüenza. La vergüenza no debemos sentirla nosotras, la vergüenza es de ellos. Yo no estoy revelando mi coraje ni mi odio. Yo manifiesto ante todo mi voluntad y mi determinación de reformar esta sociedad.

[Tomé estas palabras en francés de la audiencia de octubre, que  distintos medios presentan con variantes]