SEMANA XXXIV: EVANGELIOS

Miércoles: «Gracias a la constancia salvarán sus vidas»


Evangelio de San Lucas 21,10-19

• De la humanidad, ¿qué se puede decir? ¿cuál es su destino? Obras valiosas, grandes logros, progreso, crecimiento en humanidad, conquistas intelectuales y morales, un legado que pasa de generación en generación como riqueza humana que nos engrandece.

• Eso... Y también: «Se alzará nación contra nación, reino contra reino». Guerras imperialistas, guerras de religión, guerras de dominación ideológica, guerras etnocidas, crímenes de lesa humanidad.

• Eso... Y también: «Habrá grandes terremotos, peste y hambre en muchas partes; fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo». Cataclismos naturales que cercenan vidas humanas, arrasan con todo, producen desolación, huracanes, terremotos...

• Eso... Y también: «Los detendrán, los perseguirán... serán encarcelados... serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos». Opresión, dictaduras, purgas ideológicas, sometimiento, torturas, coacción y exterminio.

• Hay desgracias que se deben a acciones y omisiones humanas, cuyo origen es nuestra voluntad y sobre ellas tenemos algún dominio. De ello somos responsables de una o de otra manera, hasta por tolerarlas, por ser omisos...

• Otras desgracias nos sobrevienen sin que tener responsabilidad en ello, como los cataclismos de la naturaleza. Sí la tenemos, en cambio, por la forma con que nos enfrentamos a ello y de sus consecuencias. Solidaridad ante terremotos, maremotos, huracanes, erupciones volcánicas.

• La consigna de Jesús ante estos sucesos, unos voluntarios, otros padecidos, otros naturales, es doble. Tener confianza: «Ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza». Tener fortaleza: «Gracias a su constancia salvarán sus vidas».

 

Lectura: Daniel 5,1-6.13-14.16-17.23-28

• El Libro de Daniel presenta una serie de visiones y representaciones enigmáticas, situadas literariamente en la época de Nabucodonosor en el siglo VI aC. Pero su presencia y significado no corresponden a esa época, sino al dominio de Antíoco Epífanes en el siglo II aC, y se refieren a su caída.

 

• • • 

 

Reflexión: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Al llegar Jesús a Jerusalén, se piensa que la crisis de entonces se solucionaría con una Transformación Mundial hecha por Dios, que traería una Paz permanente. Todo ello se describía con imágenes apocalípticas. - Grecia, año 80: Se mantienen las imágenes apocalípticas, pero se destaca que lo importante es la esperanza cristiana, que se expresa, ahora y desde nuestro interior, en la evangelización, a través del testimonio y la constancia.

• Sentido El Evangelio trata el tema “Discernir los signos de los tiempos en momentos difíciles", para animar la esperanza de los perseguidos. Las imágenes se toman principalmente del Antiguo Testamento, para que las interpreten los seguidores de Jesús y no sus perseguidores. En el texto se pueden distinguir tres partes:

• Tiempos difíciles (21,10-11). Se describen guerras entre naciones, desastres naturales, epidemias y hambrunas. Para subrayar que la historia está en las manos de Dios y que no hay nada que temer, se menciona fenómenos cósmicos, pues cuando Dios habla en el Antiguo Testamento pone como testigos al cielo y a la tierra. Lección: Actualmente los seres humanos estamos causando mucho daño a nuestros semejantes y a nuestra Casa Común, el Planeta Tierra. Es responsabilidad nuestra buscar en consciencia caminos de solución.

• Ahora se necesitan testimonio y constancia (21,12-15). Con las expresiones “antes de todo eso”, Jesús se refiere al “ahora”, al momento actual, al presente; no le interesan las especulaciones sobre el futuro. Así ante un arresto y juicio injustos por la humanización (“a causa de mi Nombre”), el mismo Cristo en ese “ahora”, testimoniará, a través de nosotros, con una sabiduría inédita (cf. Hch 6,10). Moraleja: El “ahora” es la oportunidad para dar nuestro mejor testimonio.

• Confianza en el buen Padre Dios (21,16-19). En los dolorosos casos de la traición por parte de la propia familia y del odio generalizado, debido a la opción por la dignidad humana (“a causa de mi Nombre”), el Señor pide reaccionar con confianza en el Padre (“ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza”) y con el esfuerzo de la constancia ("Gracias a la constancia salvarán sus vidas"). Mensaje:  Profundizar en el “ahora”, en la realidad de nuestro propio ser fundamentado en Dios, es el único camino para darnos cuenta de que Él está siempre con nosotros y de que podemos alcanzar la máxima plenitud personal y comunitaria, a pesar de nuestras limitaciones.

Semana XXXIV: Jueves (aquí)